La ergonomía es una disciplina que busca adaptar el trabajo a las personas, y no al revés. Su objetivo principal es prevenir lesiones, mejorar el bienestar y aumentar la productividad. En un mundo laboral donde pasamos largas horas en oficinas frente a computadoras o desempeñamos tareas físicas en talleres, la ergonomía se vuelve un pilar fundamental para cuidar la salud y mantener un entorno de trabajo eficiente.
En esta mini guía encontrarás los principios básicos de ergonomía aplicados a dos entornos distintos: talleres y oficinas. Ambos requieren ajustes y prácticas específicas para garantizar que las actividades se realicen de manera segura, cómoda y sin generar riesgos a largo plazo.
¿Por qué es importante la ergonomía en el trabajo?
- Prevención de lesiones: Disminuye problemas musculoesqueléticos como lumbalgias, tendinitis o síndrome del túnel carpiano.
- Mejor productividad: Un trabajador cómodo y saludable es más eficiente y comete menos errores.
- Reducción de ausentismo: Menos dolores y lesiones implican menos incapacidades y ausencias laborales.
- Bienestar integral: Una postura correcta mejora la energía, el estado de ánimo y hasta la concentración.
Ergonomía en talleres
Los talleres suelen implicar esfuerzos físicos más intensos: cargar herramientas, trabajar en posiciones incómodas o estar de pie durante mucho tiempo. Por ello, la ergonomía en este entorno se centra en reducir la carga física y evitar movimientos repetitivos.
Recomendaciones prácticas:
- Postura al levantar cargas
- Doblar las rodillas y mantener la espalda recta al cargar objetos pesados.
- Usar la fuerza de las piernas, no de la espalda.
- Si la carga es muy pesada, utilizar carretillas o pedir apoyo.
- Altura de las superficies de trabajo
- Las mesas o bancos deben ajustarse para que los codos queden en un ángulo de 90°.
- Evitar trabajar demasiado agachado o con los brazos por encima de los hombros por periodos prolongados.
- Herramientas adecuadas
- Preferir herramientas con mangos ergonómicos y antideslizantes.
- Evitar el uso prolongado de herramientas que generen vibraciones, o alternar tareas para reducir la exposición.
- Movimientos repetitivos
- Hacer pausas activas para estiramientos cada hora.
- Variar tareas cuando sea posible para no sobrecargar siempre las mismas articulaciones.
- Superficie y calzado
- Utilizar tapetes antifatiga en áreas donde se trabaja de pie.
- Usar calzado cómodo, con soporte adecuado para el arco y suela antideslizante.
Ergonomía en oficinas
En el caso de oficinas, la principal causa de problemas es la sedestación prolongada (estar sentado por muchas horas), sumada al uso constante de pantallas, teclados y ratones. Esto puede provocar dolores de cuello, espalda, muñecas y fatiga visual.
Recomendaciones prácticas:
- Silla ergonómica
- Debe tener soporte lumbar, respaldo reclinable y ajustable en altura.
- Los pies deben apoyar completamente en el suelo o en un reposapiés.
- Evitar cruzar las piernas por largos periodos.
- Pantalla y escritorio
- La parte superior de la pantalla debe quedar a la altura de los ojos.
- La distancia ideal es de 50 a 70 cm de los ojos.
- Mantener el teclado y el ratón al mismo nivel, cerca del cuerpo.
- Postura correcta al escribir
- Espalda recta y hombros relajados.
- Codos en un ángulo de 90°-100°.
- Muñecas alineadas y apoyadas suavemente.
- Pausas activas
- Levantarse y estirarse cada 50 minutos.
- Dar pequeños paseos dentro de la oficina para mejorar la circulación.
- Cuidado visual
- Aplicar la regla 20-20-20: cada 20 minutos, mirar un objeto a 20 pies de distancia (6 metros) por 20 segundos.
- Ajustar la iluminación para evitar reflejos en la pantalla.
Pausas activas: un hábito saludable para todos
Tanto en talleres como en oficinas, las pausas activas son esenciales. Se trata de breves descansos en los que se realizan movimientos de estiramiento, respiración o relajación muscular. Estos ayudan a reducir la tensión acumulada, mejorar la circulación y prevenir lesiones.
Algunas ideas simples:
- Girar suavemente el cuello de lado a lado.
- Estirar brazos hacia arriba y abrir el pecho.
- Flexionar y extender las piernas.
- Practicar respiración profunda durante un minuto.
Beneficios de aplicar ergonomía en tu espacio de trabajo
- Mayor motivación y satisfacción laboral.
- Reducción de gastos médicos y accidentes.
- Clima organizacional más saludable.
- Mejor imagen para la empresa al demostrar cuidado por el bienestar de sus colaboradores.
Conclusión
La ergonomía no es un lujo, sino una inversión en salud y productividad. Tanto en talleres como en oficinas, aplicar principios básicos puede marcar una gran diferencia en el día a día. No se trata de cambios complicados, sino de pequeños ajustes que sumados previenen grandes problemas.
Recuerda: el trabajo debe adaptarse a las personas, y no al revés. Implementar una cultura ergonómica es apostar por el bienestar, la seguridad y el rendimiento en cualquier entorno laboral.