En México, los empleadores no pueden obligar a sus trabajadores a realizarse una prueba antidoping, a menos que exista una justificación legal o contractual para ello. La realización de estas pruebas debe estar respaldada por las leyes laborales y la política interna de la empresa.
Sin embargo, hay casos donde el antidoping puede ser obligatorio:
Normas internas: Si la empresa lo establece como parte de sus políticas laborales y los trabajadores han sido informados previamente y han aceptado esas condiciones al firmar su contrato, las pruebas pueden ser permitidas.
Sectores regulados: En ciertos sectores como el transporte, minería, construcción, manejo de maquinaria pesada, y actividades de alto riesgo, las pruebas de antidoping pueden ser requeridas para garantizar la seguridad.
Condiciones de seguridad: Si el trabajo implica riesgos para la salud o seguridad de los trabajadores o de terceros, puede ser razonable pedir la prueba, pero siempre con consentimiento informado y en apego a la ley.
Prevención de accidentes: En ciertas industrias, la Ley Federal del Trabajo permite implementar medidas de seguridad y prevención, pero deben estar justificadas.
En todo caso, las pruebas de antidoping deben respetar los derechos de privacidad y dignidad humana de los trabajadores. Además, los resultados deben ser tratados de manera confidencial.