La pandemia de COVID-19 ha cambiado la forma en que las empresas gestionan la salud y el bienestar de sus empleados. En caso de que un trabajador se presente con síntomas o haya sido diagnosticado con COVID-19, es crucial que la empresa actúe con rapidez y responsabilidad para proteger la salud de todos los miembros del equipo. A continuación, te ofrecemos algunos pasos que puedes seguir si un trabajador se presenta con COVID-19:
- Aislar al trabajador afectado
Lo primero que debes hacer es aislar al trabajador para evitar el riesgo de transmisión a otros. Si está en la oficina, pídele que se retire a su casa inmediatamente. Si el trabajo es remoto, asegúrate de que no asista al lugar de trabajo hasta que se recupere y reciba la autorización médica correspondiente. - Consultar con el servicio médico
Es importante que el trabajador busque atención médica. Si aún no lo ha hecho, anímalo a hacerlo. Algunas empresas tienen un servicio de salud ocupacional al que pueden acudir los empleados, o bien, deben seguir las indicaciones médicas para determinar el tiempo de aislamiento y tratamiento necesario. - Notificar a los compañeros de trabajo
Debes informar a los demás empleados de manera clara y respetuosa sobre el caso de COVID-19, sin revelar la identidad del afectado. La transparencia en este tipo de situaciones ayuda a que todos sigan las medidas preventivas con mayor conciencia. Además, establece protocolos de limpieza y desinfección de áreas comunes y lugares de trabajo. - Evaluar el riesgo de exposición
Determina si otros trabajadores estuvieron en contacto cercano con el afectado durante el periodo de contagio. Si es necesario, realiza pruebas de COVID-19 a aquellos que hayan tenido contacto directo. Algunas empresas optan por realizar pruebas preventivas a todos los empleados tras el diagnóstico de un caso positivo. - Seguimiento del aislamiento
La persona afectada debe cumplir con los protocolos de aislamiento según las indicaciones médicas y no regresar al trabajo hasta que reciba el alta médica y cumpla con los requisitos establecidos por las autoridades sanitarias (por lo general, después de 10 días sin síntomas). - Reforzar las medidas preventivas
Durante este periodo, refuerza las medidas de higiene y protección en el lugar de trabajo, como el uso de mascarillas, el distanciamiento social, la limpieza frecuente de superficies y el uso de gel antibacterial. Anima a tus empleados a seguir estas medidas de manera constante. - Monitoreo constante
Realiza un seguimiento del estado de salud de los empleados, tanto del afectado como de aquellos que puedan estar en riesgo. Mantente en contacto con los trabajadores durante el periodo de aislamiento y verifica que sigan las recomendaciones médicas. - Considerar el apoyo psicológico
El impacto emocional que provoca el diagnóstico de COVID-19 no solo afecta al trabajador, sino también a sus compañeros. Si es necesario, ofrece apoyo psicológico a los empleados que puedan sentirse estresados o ansiosos por la situación.
La prevención y la rapidez en la respuesta son esenciales para reducir el riesgo de contagio en el entorno laboral. Tener un plan claro y bien estructurado te permitirá actuar de forma efectiva y garantizar la seguridad de todos los trabajadores.
Recuerda que la salud de los empleados es una prioridad. Actuar de manera responsable y estar preparado ante cualquier eventualidad es clave para una gestión laboral eficiente y segura.